La Corrupción en el estado colombiano y su influencia en los ideales de Igualdad en Colombia
Objetivo General:
Describir cómo la corrupción moral
impacta sobre los ideales de igualdad propuestos en la constitución Política de
Colombia de 1991.
Objetivo Específicos:
Reconocer los conceptos de igualdad y
corrupción moralIdentificar
la relación entre corrupción moral e ideales de igualdad
La igualdad es un elemento
ambivalente. Algunos autores afirman que el reconocimiento de la igualdad de
todos es obligatorio; al mismo tiempo que busca ver a todos como una persona única lo
cual implica que cada persona es diferente. Somos
desiguales desde el mismo momento en que nacemos, debido a algunas características
externas o internas, como nuestro cuerpo o nuestra personalidad. Encontrar los
elementos que traerá la igualdad en nuestro contexto es algo difícil; aún más, cuando nosotros,
los encargados de crear y promover un entorno rodeado de un sentido de la
verdad plena, equidad e igualdad, no actuamos con coherencía, haciendo una
distribución desigual de los derechos y deberes; refiriéndonos precisamente a
la justicia social.
La primera enseñanza que
la educación ofrece a cada ser con capacidad de pensamiento es que no somos
únicos; que somos lo que somos debido a los intercambios significativos
que tenemos con los demás. Una segunda cosa es que no somos los primeros aquí, y antes de
nosotros ya había otras personas, por lo tanto, no somos ni más ni menos que
nadie (Savater, 1991) . Es por eso que la ley nos
trata de la misma manera, a causa de nuestros orígenes; incluso si somos de
diferente religión, sexo o pensamiento filosófico (The National Constituent Assembly, 1991) Pero la primera diferencia
que se ve desde el punto de vista jurídico es nuestra propia realidad; Esto se puede ver en
cualquier escenario. En todo momento tendremos que interactuar con personas de diversas
capacidades, discapacidades y conocimientos. La ley colombiana es
consciente de ello y dice que el Gobierno promoverá las condiciones para que la
equidad sea real y efectiva. No es una pérdida de
tiempo recordar que todas las Constituciones se escriben como una promesa.
Ciertamente, si estamos
hablando de la igualdad es porque todavía existe la esperanza de un mundo donde
todo el mundo tiene los mismos derechos, deberes, problemas, oportunidades y
recompensas. Todos debemos asumir una posición más profesional que sólo una posición de buena
voluntad con el fin de fomentar la igualdad y evitar la inequidad. Para esto, Rousseau
declaró la existencia de dos tipos de desigualdades. El primero es uno natural,
la desigualdad física. La segunda es una desigualdad no natural, ya que se ve en términos
de la política y la moral. En Este, podemos intervenir. Se podría decir que incluso la desigualdad
natural se construye socialmente. (Dussel, 2004) . En este punto, Rousseau
diría que es obligatorio "tener una igualdad que es moral y legítima",
y para aquellos "que pueden ser desiguales en fuerza o la inteligencia,
hacer a todos iguales por convención y derecho legal" (1762, p. 17) . Aquí se hace necesario entablar
conversaciones sobre lo que más afecta los ideales de igualdad: la corrupción
moral.
La palabra corrupción
tiene origen griego. En sus múltiples derivados griegos (afzartos, rumpere) se
traduce como arrancar, aplastar, arruinar, romper y de esta misma raíz (fzeiro)
se derivan erupción y corrupción. Significa pues, hacer estallar a otro o
echarle a perder sin involucrar el romper algo físico. Nuestras tradiciones
occidentales y bíblicas piden que se castigue la corrupción con base en leyes y
en formas generales impuestas por un legislador; ya que tales actos fueron en
contra del bien común y de la Voluntad de Dios y “En consecuencia, la
corrupción es un acto de arbitrariedad, que quebranta la posibilidad de
convivencia en un contexto de reglas de equidad compartidas.” (Solarte, 2003, pág. 10) .
Que la corrupción
existe en Colombia, no es desmerito a nuestra patria. Que una ONG le sitúe por
fuera del ranking de aprobados en términos de Transparencia Internacional lo
es. “Según la ONG Transparencia
Internacional, Colombia se ubica en el puesto 94 entre 175 países en cuanto a
corrupción.” (Revista Semana, 2014) .
Para
que la corrupción no impacte desmesuradamente sobre el pueblo, el Estado se
sustenta en el valor de la justicia social que es entendida como equidad y se
promete bajo regulaciones como lo son la constitución, la propiedad privada, la
organización de la economía y la naturaleza de la familia. La hipótesis del
contrato social que nos mira a todos como ciudadanos sin distinción de
funciones o posiciones es el soporte racional de la justicia. Esta, nos dibuja
a todos bajo un esquema adecuado de libertades básicas iguales, compatible con
las libertades de los demás. De no haber puestos y posiciones abiertos en
condiciones de plena equidad de oportunidades, y de no existir beneficios para
aquellos miembros menos privilegiados; no habrá justicia social (Solarte, 2003, pág. 11) .
Que exista una
Constitución Política de 1991 no es gratis. Se llegó al consenso de que la
anterior Constitución Política entrada en vigor en 1886, necesitaba de
reformas, pues su fondo era excluyente y limitada y que por esto se llegó a la
violencia y a la guerrilla. “La Constitución de 1991 fue, como se ha dicho
muchas veces, un pacto de paz. Pero sobre todo fue un esfuerzo por superar una
democracia que se consideraba limitada, alejada de los ciudadanos, manipulada
por dos partidos con recursos institucionales ilimitados, encabezados por una
presidencia imperial, centralista y autoritaria.” (Melo, 2011)
A modo de conclusión,
La naturaleza nos hace desiguales, pero es la corrupción (el detrimento de la
sociedad) la que nos convierte en seres socialmente injustos. Los ideales de
igualdad existentes en la constitución política del 91, la cual cumple 24 años al
escribirse este texto, suponía el fin de una guerra, el consenso de una forma
de hacer gobierno y la justicia social que requiere un pueblo; lamentablemente
la corrupción existente de ambos lados (los que buscan el poder y los que
buscan el dinero) convierten a los ciudadanos en registros electorales.
REFERENCIAS
Dussel, I. (2004). Desigualdades
sociales y desigualdades escolares en la argentina de hoy. Algunas reflexiones
y propuestas. Recuperado el 17 de March de 2014, de Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/argentina/flacso/dussel.pdf
Melo, J. O. (Mayo de 2011). Éxitos y debilidades de la Constitución de
1991. Recuperado el Mayo de 2015, de RazònPublica.com:
http://www.razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/2060-exitos-y-debilidades-de-la-constitucion-de-1991.html
Revista Semana. (03 de Diciembre de 2014). Nación. Obtenido de
Revista Semana: http://www.semana.com/nacion/articulo/corrupcion-indice-deja-colombia-en-puesto-94-de-175/411083-3
Rousseau, J. (1762). The Social Contract. Retrieved
April 2014, from socialpolicy.ucc:
http://socialpolicy.ucc.ie/Rousseau_contrat-social.pdf
Savater, F. (1991). El valor de educar [the value of
educating]. Barcelona: Editorial Ariel.
Solarte, M. R. (Enero de 2003). Facultad de Teología: Moral y Etica de
lo Público. Recuperado el 2015, de Pontifica Universidad Javeriana:
http://www.bibliotecavirtual.info/wp-content/uploads/2011/03/e-mep.pdf
The National Constituent Assembly. (1991). Constitución Politica De
Colombia 1991 [Colombia's Political constitution] (2003 ed.). Bogota,
Colombia. Recuperado el May de 2014
Zuleta, E. (1994). Elogio de la dificultad [Praise of the Difficulty].
Obtenido de Maximizar:
http://www.maximizar.com.co/phocadownload/Elogio_de_la_dificultad.pdf
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